sábado, 28 de diciembre de 2013

La antiobstetricia y el "factor riesgo", según Odent

El establishment médico cita con frecuencia el "factor riesgo" -la legítima preocupación por la seguridad de la madre y el niño- para justificar la "medicalización" del proceso del nacimiento y desacreditar toda otra alternativa: ya sean nacimientos caseros o centros de nacimiento fuera del hospital o unidades de maternidad en hospitales, como es el caso de Pithiviers. Pero no está realmente bien claro si esta actitud (que involucra el difundido uso de sedantes, hormonas artificiales para estimular el trabajo de parto, epidurales y otras anestesias, fórceps y las cesáreas diarias) ha disminuido el "factor riesgo", puesto que gran parte de esta intervención médica introduce nuevos riesgos. Además, este énfasis en casos de alto riesgo sirve muy pobremente a los intereses de la gran mayoría de las mujeres, que tienen embarazos y alumbramientos "normales". 

Desafortunadamente, la mayoría de los doctores están mucho más interesados en la enfermedad que en la salud. Creen que la buena salud es simplemente la ausencia de enfermedad. Como resultado, doctores y estudiantes de medicina se refieren con frecuencia a la obstetricia, sólo cuando implica patología. Se pasan la mayor parte del tiempo preparándose para todas las cosas terribles que podrían ir mal durante el embarazo y el alumbramiento [...] pero para cuando se reciben, han aprendido muy poco sobre la fisiología de un trabajo de parto normal e ignoran por completo los factores perfectamente comunes que pueden modificar el proceso, sin que eso sea causa para alarmarse o intervenir. El resultado final es que, cada nacimiento, es visto como un problema potencial.

En Pithiviers, por supuesto que no dudamos en intervenir médicamente cuando es necesario. No estamos en contra de la tecnología médica y no negamos la importancia de las contribuciones tecnológicas en el campo de la obstetricia. Lo que hacemos es evitar cualquier riesgo innecesario para la madre y el bebé. Sin embargo, nuestra dedicación para ayudar a las mujeres a dar a luz por sí solas, determina cuándo y cómo intervenimos, si se generara algún problema; puesto que la situación de cada mujer es diferente, no puede haber un modelo de rutina general para intervenir. Y ya que consideramos al nacimiento vomo un acontecimiento personal e íntimo, hacemos todos los esfuerzos posibles para minimizar la naturaleza invasora de la asistencia médica. Como resultado, muchos aspectos de nuestra práctica eliminan los peligros que la obstetricia convencional ha creado [...] algunas complicaciones nunca aparecen y muchas intervenciones comunes se vuelven innecesarias.

Dr Michel Odent, "Nacimiento Renacido" Editorial Creavida, pag 132-133

jueves, 19 de diciembre de 2013

Más consumo y menos Madre

Sustitutos de la figura materna y obstaculizadores del apego

No he dado con una fuente o artículo que abarque este tema en toda su amplitud y complejidad, por lo que he emprendido la difícil tarea de tratar de reunir los puntos más relevantes en un solo texto. Aquí vamos…

Todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos, de eso no hay dudas.
Sin embargo, si nos ponemos a pensar un poco, podemos identificar varios aspectos en los que la cultura, las (malas) costumbres, la desinformación, la inercia y el marketing nos conducen por el camino del “des-apego” hacia lugares que distan bastante de lo que nuestros hijos genuinamente necesitan.

Entonces, empecemos por las necesidades. Un recién nacido, hasta aproximadamente los 2 años necesita:
· contacto (piel con piel, brazos, caricias, besos, palabras)
· lactancia materna (que también implica contacto, alimento emocional además del alimento para el cuerpo)
· atención y disponibilidad (para satisfacer sus necesidades sin mucha demora)


A medida que el niño crece se agregan otras necesidades (exploración, juego, alimentación complementaria, etc) pero estas tres son las primordiales, el fundamento para un desarrollo adecuado y saludable.
Quisiera aclarar en este punto que si un bebé no es amamantado, por el motivo que fuera (lo cual deberían ser una pequeña minoría de los casos), es igualmente importante dar la mamadera como si fuera el pecho.

“Es absolutamente preciso ocuparse de él, intensamente incluso. Además de la satisfacción de sus necesidades corporales, su buen desarrollo dependerá de la creación de relaciones humanas adecuadas, de la relación íntima con su madre (o con la persona que se ocupe de él). Atribuimos una importancia fundamental al hecho de que la madre (o la nurse) establezca, durante los cuidados que le preste, unos contactos serenos y afectuosos, durante los cuales los dos se muestren cada uno atento al otro, capten bien los significados del comportamiento del otro, se conozcan y se quieran. Es evidente que es preciso hablar al niño pequeño, que es preciso que los dos «se hablen», que hay que prestar atención a sus iniciativas y que es necesario responderle. Hay que satisfacer su curiosidad mediante respuestas y explicaciones. Es preciso estimularle para que las señales que nos envía sean cada vez más numerosas y activas; hay que introducirle en la comunidad en la que vivirá, hacerle aceptar las reglas de la vida social. Todo ello constituye una tarea extremadamente compleja.” Emmi Pikler

Según la teoría del apego, los lazos emocionales fuertes que unen a los hijos con los padres durante la infancia serán los precursores de relaciones seguras y empáticas en la edad adulta. Para ello debemos tener en cuenta las necesidades individuales de cada niño, interpretándolas y atendiéndolas de acuerdo a la edad, estar disponibles; en vez de considerar al niño como un manipulador y tratar de imponer nuestra voluntad (no atendiendo a sus llamados o su llanto, dejándolo solo cuando necesita compañía o consuelo, forzándolo a adoptar actitudes que no son acordes a su etapa evolutiva como dormir solo o dejar los pañales a determina edad, etc).

Sin embargo, lo que podemos observar a nuestro alrededor con mayor frecuencia son prácticas, creencias y elementos que intentan sustituir la figura materna y obstaculizan el apego, considerando que los bebés deben ser independientes y “aprender” o acostumbrarse a arreglárselas solos (nada más alejado de su naturaleza) y a comportarse como los adultos esperan, para que de grandes estén bien “socializados” y no tengan problemas.

El primer obstaculizador son los protocolos y prácticas médicas que con muchísima frecuencia separan al recién nacido de su madre en el preciso instante de nacer. Cuando el niño y su madre más necesitan sentirse, olerse, escucharse y abrazarse el bebé es llevado a realizar chequeos de rutina (que perfectamente podrían realizarse más tarde) y dejado en observación en la unidad de neonatología, interrumpiendo el sagrado momento de encuentro y reconocimiento que denominamos “período crítico” porque no volverá a reproducirse jamás y porque lo que ocurra en ese momento dejará una huella indeleble.

Si en ese momento el bebé y la madre son privados del contacto mutuo, no se producirá ese
fuerte vínculo parecido a un enamoramiento producto de los altos niveles de hormonas que el cerebro segrega en ese preciso instante como recurso natural, despertando conductas instintivas  en ambos (oler, besar, lamer, tocar, abrazar, en la madre; y mirar, oler, reptar y succionar, en el bebé) para asegurar la supervivencia del pequeño.
Las consecuencias de esa separación temprana son:
  • dificultad para reconocerse y establecer un vínculo afectivo
  • aumento del stress (cortisol)
  • mayor dificultar para iniciar la lactancia
  • riesgo de baja temperatura del bebé
  • contacto del bebé con bacterias ajenas a la madre
  • dificultad para que la madre interprete las necesidades de su bebé
Luego de esta primer separación, no es casual que muchísimas mujeres, madres recientes, lleguen a sus casas y tengan dificultades de todo tipo producto de dicha experiencia. Están cansadas o incluso doloridas físicamente, se sienten inseguras o frustradas, sin recursos para atender las incesantes demandas del recién nacido y con poco o nada de apoyo por parte del entorno.


Entonces es cuando entran en escena los sustitutos, para dar un poco de “alivio” a la madre. Algunos ni siquiera los cuestionamos ya y los consideramos casi como “una necesidad básica” para toda aquella persona que tiene un bebé. Sin embargo cumplen un rol importante como obstaculizadores del apego, haciendo cada vez menos necesario el vínculo directo y satisfaciendo las verdaderas necesidades del niño con recursos artificiales.


Como dice Laura Gutman “no es fácil vincularnos y permanecer muchas horas a solas con los niños pequeños. Pero conviene reflexionar  sobre cómo los adultos utilizamos los elementos de consumo social para paliar la dificultad que supone la relación con el niño, es decir la permanencia, la mirada, el juego y la disponibilidad emocional. “

La realidad es que todos esos sustitutos vienen lisa y llanamente a reemplazar los brazos, la voz, la mirada, el contacto piel con piel, el mecimiento y la leche de la madre por productos industrializados y aparatos tecnológicos, dejando al niño a merced de una gran soledad y desamparo que suelen calar hondo en su equilibrio emocional. Por el contrario de lo que se cree, esto no hace niños más independientes sino todo lo contario.

De este modo desde muy pequeños aprenden, por un lado que sus necesidades muchas veces no son tenidas en cuenta y que deben conformarse con meras “soluciones de compromiso”; por otro lado que su necesidad de contacto puede ser satisfecha a través de objetos y alimentos sustitutos. Esos sustitutos con el tiempo pasan a estar mucho más disponibles que sus padres y constituyen, a diferencia de éstos, una fuente de satisfacción inmediata. Así se establece un mecanismo nocivo que perdura hasta la edad adulta, solo se van reemplazando los “sustitutos” por otros más acordes a cada edad.

Las razones para su amplia utilización y difusión son muchas: sociológicas, psicológicas, económicas, laborales, culturales, etc, y no vamos a entrar en ese debate por el momento.
Lo que sí nos interesa es proponernos repensar si realmente son indispensables todos esos elementos, considerar las consecuencias a mediano y largo plazo, atrevernos a cuestionar y plantear alternativas que vayan más de la mano con las necesidades genuinas del niño.

Opciones “apego-amigables”
A continuación un listado de opciones a tener en cuenta:
· favorecer y solicitar el encuentro inmediato madre-bebé luego del nacimiento
· usar portabebés ergonómigos de acuerdo a la edad (fular, mei tais, kepinas, slings, pouchs, etc)
· brindar apoyo a la madre en cuanto a la lactancia dándole ánimos y ayudándola a encontrar asistencia especializada (puericultoras) en caso de surgir alguna dificultad
· reforzar en la madre la confianza en sus capacidades instintivas naturales para comprender las señales de su hijo y satisfacer sus necesidades.

· practicar el colecho.
· ayudar a la madre con los quehaceres de la casa (comidas, limpieza, compras, etc) para que ella pueda dedicarle tiempo al niño y descansar.
· ofrecer a los niños opciones de juego respetuosas con su edad evolutiva, con su cuerpo (posturalmente) y sus necesidades y capacidades de estimulación (evitando sobre-estimular) siempre cerca de la madre o adulto cuidador.
· limitar el uso de sustitutos al mínimo indispensable
· elegir cochecitos en los que el niño pueda mirar a quien lo lleva
· crear espacios y ambientes aptos para niños pequeños de modo que los padres no deban dejarlos en otro lado para mantener su vida social.



Links:

El Parto es Nuestro, “Que no os separen”

sábado, 7 de diciembre de 2013

Noches de pesadilla vs. noches de sueño felíz

Uno de los temas que más preocupan, agobian y (casualmente) "desvelan" a los futuros o recientes padres es el del sueño infantil.

Ya desde el embarazo familiares, amigos y desconocidos se encargan de prevenirlos sobre el suplicio de las noches en velas, los llantos inconsolables y las largas jornadas plagadas de ojeras y bostezos.

Personalmente prefiero recomendar que descansen y traten de respetar los tiempos y ritmos del bebé. Como padres lo que se necesita es estar descansado, lo mejor posible. El sueño es muy probable que se nos altere, especialmente los primeros meses, en menor o mayor medida dependiendo de nuestras prácticas y actitudes al respecto. 
Esas actitudes y sus resultados, dependen de nuestra comprensión de las características del sueño infantil y las necesidades de los niños pequeños.
"El sueño es un proceso evolutivo. Todo niño sano, aunque actualmente presente despertares frecuentes o algún problema a la hora de acostarse, va a dormir correctamente algún día. 
En líneas generales, si conocemos cómo evoluciona el sueño infantil y actuamos en consecuencia, propiciamos que los niños desarrollen correctamente este proceso y minimizaremos al máximo la aparición de problemas." Rosa Jové
Para los que quieren entender mejor cómo funciona el tema del sueño infantil para acompañar respetuosa y amorosamente a sus hijos, les recomiendo:

Dormir sin Llorar (sitio web)

8 hechos sobre el sueño de los niños


El Debate Científico sobre la Realidad del Sueño Infantil  de María Berrozpe, PhD

Recomendaciones de Unicef sobre Colecho Seguro

Crianza Natural - Sección Sueño Infantil y Colecho (sitio web)

Infant Sleep Information Source
(guías para padres y educadores en distintos idiomas)


Dormir sin Lágrimas de Rosa Jové  (libro)

Dormir con tu bebé del Dr. James McKenna (libro)

Bésame Mucho del Dr. Carlos González (libro) 

El mundo de Armandilio - Sección Sueño Infantil (blog)

Sobre los dañinos métodos conductistas como el difundido "Duérmete Niño" del Dr Estivill:

Desmontando a Estivill por Ibone Olza

Declaración sobre el llanto de los bebés - Agrupación Internacional de Profesionales y Asociaciones Adhirientes a la No Aplicacion del Método Estivill

El Método Estivill: el último eslabón de una larga cadena de doctrinas psicológicas y médicas hostiles a la Infancia - entrevista a Juan Campos, psicoterapeuta y escritor


Terapia para el Sr. Estivill - Revista Mente Libre

Y dulces sueños! 



lunes, 2 de diciembre de 2013

Carta de un médico sobre el "Escenario actual del nacimiento"

Recientemente el Dr. Baccifava escribió a la lista de la Relacahupan Argentina contando su visión y el proyecto que intentan llevar a cabo en el hospital donde trabaja, a pesar de la resistencia de sus propios colegas.
Compartió la siguiente carta que considero muy significativa, dado que las palabras de los médicos siempre tienen más peso, y pedí permiso para compartirla:

Escenario actual del nacimiento 
Muchas prácticas obstétricas no responden al concepto de salud sino de enfermedad.

Cuidado con el modelo asistencial que se practica en la obstetricia. Frecuentemente generarán preocupación en cada consulta prenatal; dirán que el bebé es grande o pequeño; que el liquido amniótico es mucho o es poco; que tú pelvis es estrecha; que tú presión arterial es alta o demasiado baja; que aumentas demasiado de peso o muy poco; que el nivel de glucosa en sangre es alto o tal vez bajo; que eres de baja estatura o demasiado alta; que eres muy joven para parir u añosa; que el bebé presenta circular de cordón y eso es peligroso. Probablemente te convencerán que la mejor y más segura forma de nacer es por medio de una cesárea; todo eso luego de haber soportado vaya saber cuánto tiempo en una sala de espera, para luego regresar a casa con incertidumbres y temores.

Te solicitarán un sinnúmero de ecografías y quizás el ecografista realice un hallazgo inesperado que “obligue” a practicar una operación cesárea.
A las 37 o 38, con fortuna 39-40 semanas de gestación normal, quizás seas persuadida de que es prudente inducir el parto para evitar “riesgos”.

En ese caso te internarán probablemente un día viernes por la mañana temprano, o un lunes o en vísperas de uno de los tantos días festivos, feriados o vacacionales y te colocarán una pastillita en tus genitales o te gotearán hormona sintética denominada ocitocina. Al cabo de poco tiempo (2- 4 hs) te examinarán y con gesto inquietante pronunciarán las palabras mágicas: no dilatas, es preferible ir preparando todo para cesárea ahora y no salir “corriendo” luego de urgencia. Te llevarán en camilla rumbo a la sala de cirugía mirando el techo, vulnerable, confiada y sintiéndote gratificada por contar con alguien dispuesto a aliviar tu sufrimiento.

O tal vez en el propio consultorio descubran repentinamente que tu presión arterial es alta y te encuentres rumbo al quirófano inesperadamente. También, quizás, mediante ecografía se observe “circular” de cordón y te convenzan que eso convierte al parto en muy riesgoso. Si tienes antecedente de cesárea quizás al realizar una ecografía sentencien: la cicatriz uterina es delgada por lo que no podrás parir vaginalmente (basado en ningún estudio científico confiable). Si te encuentras en trabajo de parto normal y tu bebé no ha nacido antes de un horario “prudencial”, probablemente te llevarán al quirófano para practicar una cesárea supuestamente salvadora, con argumentos de lo más variados.

Si en el transcurso del embarazo te muestras preocupada por las altísimas tasas de cesáreas registradas, tal vez manifestarán: es verdad, hay algunos pocos colegas que “trabajan” de esa manera. Tú te preguntarás ¿pocos? y te desorientarás ya que las tasas de operación cesárea no son menores a 30% y alcanzan 70% o más en las Instituciones privadas y en crecimiento progresivo en Instituciones públicas (una cesárea es operación de cirugía mayor que conlleva de 5-10 veces más riesgo de complicaciones maternas y 2-4 veces más posibilidades de morir que parto vaginal, y posibles efectos adversos a corto y largo plazo en el bebé). Y probablemente argumentarán que es responsabilidad de las “pacientes” por solicitar se les realice cesárea (convierten a las víctimas en victimarias) y que nada se puede hacer al respecto. Cuidado con aquellos que ignoran las recomendaciones internacionales sobre buenas prácticas basadas en pruebas científicas publicadas (O.M.S Guía Práctica para la Asistencia del Parto Normal. Ginebra. Suiza, año1996; OMS Año 2001; OMS-Tecnología Apropiada para Asistencia Parto Normal-Año1985.Fortaleza.Brasil; Cochrane Collaboration;The Lancet; Propuesta Normativa Perinatal Ministerio Nacional de Salud, año 2004; Intervenciones Beneficiosas y Perjudiciales en el Parto y Puerperio, C.R.E.P-CLAP año 2010; Maternidad Segura y Centrada en la Familia-UNICEF; etc.), lo que constituye una violación reiterada de los derechos de las mujeres.

Cuidado con aquellos que realizan prácticas invasivas (vía venosa; suero, rotura de bolsa, episiotomía; peridural; etc.) y suministran medicación rutinariamente (ocitocina sintética, analgésicos sistémicos, etc.) sin justificación por tu estado de salud y de tu bebé.

Precaución con aquellos que no están informados acerca de tus derechos en el embarazo, parto y posparto; y otros que conociéndolos simplemente los ignoran (Ley Nacional Derechos del Nacimiento Nº 25.929; Ley Provincial Nº 12.443- Acompañamiento en el parto; Derechos del Paciente 26.529; Ley 17.132.Convención sobre eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, artículo 2d; Convención sobre los derechos del niño, art.24 inciso 3; etc.)

Afortunadamente hay trabajadores de la salud respetuosos de los derechos de las mujeres y dispuestos a revisar y transformar profundamente el modelo asistencial del nacimiento conforme a las recomendaciones internacionales confiables antes mencionadas.
Frente a éste escenario comienzan a surgir inquietudes y reacciones reflejadas en mujeres embarazadas y sus parejas que elaboran y presentan documentos denominados “Plan de Parto y Nacimiento” donde expresan sus preferencias, necesidades, deseos y expectativas respecto al proceso de parto. Procedente del mundo anglosajón, con larga tradición en la protección de los derechos individuales; ésta fórmula permite a la mujer embarazada y su acompañante tomarse todo el tiempo que necesite y consultar diferentes fuentes para poder formarse una opinión y expresar sus preferencias en relación a la atención que desean recibir. Así se evita tener que hacerlo durante el parto, momento emocional y físico centrado en el proceso vivencial. Garantiza la comprensión del proceso y la participación activa de las mujeres, además de facilitar la relación y la tarea del equipo profesional. Suelen enviarse a los hospitales o clínicas en forma de carta. Lo importante es que las decisiones libres e informadas de las usuarias de los servicios han de respetarse independientemente de la forma y título que le demos.

“Si las mujeres fuesen conscientes de la inmensa fuerza que habita en ellas, no sólo cambiarían el escenario del nacimiento, sino la sociedad entera”. Verena Schmid

Gustavo Jorge Baccifava
Médico tocoginecólogo
Jefe de División de Obstetricia y Ginecología (cargo obtenido por concurso abierto). Hospital Dr. Roque Sáenz Peña. Ciudad de Rosario.
Co-coordinador de proceso de Regionalización de Salud Perinatal a nivel Provincial.
Integrante de la Comisión de Salud Materno-Infantil de la Región.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Los aportes de "Nacimiento Renacido" en las palabras de Sheila Kitzinger


Sheila Kitzinger
escribe la introducción del libro "Nacimiento Renacido" de Michel Odent, de la cual copio algunos extractos que me parecen sumamente claros y relevantes.

"Es muy tentador para un obstetra volverse director del drama del nacimiento. La
«conducción activa» del trabajo de parto ahora esta muy de moda y, a los ojos de sus colegas, un obstetra exitoso es aquél que tiene la posibilidad de controlar el trabajo de parto y hacer que se asemeje a un modelo. La mujer es pasiva. Es una paciente físicamente inmovilizada. Su impotencia es mayor, por la posición que le han hecho adoptar, pues yace horizontalmente sobre su espalda con sus piernas atadas arriba, en los estribos (postura claramente adoptada para la conveniencia y la comodidad del obstetra y no para la mujer que está teniendo el bebé). Muchas mujeres encuentran que es muy doloroso y aterrador estar empujando al bebé para arriba, hacia el aire, mientras yacen en una angosta camilla."

"Es precisamente apartándose del concientemente adoptado nacimiento obstétrico -en el que la mujer es un objeto pasivo en la mesa de trabajo- y también de los propósitos del «parto sin dolor»  de Lamaze, que estamos rechazando los puntos de vista masculinos del nacimiento, a fin de redescubrir la experiencia esencial, por nosotras mismas. Ser «racional», organizar nuestra más íntima experiencia de acuerdo con el modelo obstétrico «lógico» del alumbramiento o convertirse en una mujer más de cuantas llevan a cabo una proeza física, según el «método Lamaze», es en sí mismo, básicamente, aceptar la dominación masculina acerca del nacimiento."

"Cuando Michel dice que debemos deshacernos de las excrecencias culturales del nacimiento para poder redescubrir nuestros yos instintivos [...] no ha descartado la cultura.  Ha tomado los elementos instituidos por nuestra cultura y los ha adaptado para satisfacer las necesidades instintivas de la mujer durante el alumbramiento.  [...] Michel los usa a todos [esos elementos] para cambiar tanto el ambiente hospitalario, que las mujeres pueden expresar sin ninguna clase de inhibición cuanto sienten durante el parto, dejando libre el camino para un alumbramiento fisiológico, en vez de «medicalizado»."

"He aquí un doctor trabajando en un hospital, que forma parte de un establecimiento médico y que está demostrando que el nacimiento puede ser mucho más como las mujeres lo quieren[...] Pero significativamente, este permiso tiene que ser dado por un médico. Algo que las mujeres saben por ellas mismas, no puede ser reconocido. Las experiencias de las mujeres no pueden ser convalidadas, hasta que un hombre, preferentemente un doctor con bata blanca, diga que esas experiencias son aceptables."

"La clave del logro de Michel es la excelente relación de trabajo que tiene con sus parteras, el modo como todos comparten un propósito común."

" [...] nuestra manera de dar a luz es una cuestión política. Tiene que ver con el derecho que tiene toda mujer de dar a luz libremente y en un entorno amoroso. Mucho de lo que experimentamos como autocrático, impersonal y degradante en el cuidado de la salud de las mujeres en general y en el control social de nuestros cuerpos, está cristalizado en el sistema de tratamiento de la maternidad."

"El nacimiento se ha convertido ahora en importante tema para las mujeres que están luchando por un cambio social en las actitudes de los hombres hacia nuestros cuerpos y también para el tratamiento de nuestros cuerpos."

"Los cambios que permitan a las mujeres redescubrir los ritmos sexuales espontáneos del trabajo de parto en las prácticas de alumbramiento, en general no provienen de los obstetras. Se están manifestando por la presión que las mujeres hacen para tener la oportunidad de dar a luz a su manera, a su tiempo, en un entorno emocionalmente apropiado y con pasión alegre y desinhibida. "



lunes, 25 de noviembre de 2013

25 de Noviembre - Día Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres


BASTA DE VIOLENCIA OBSTÉTRICA!!

Todas las mujeres, en mayor o menos medida sufrimos este tipo de violencia.
TU ABUELA, TU MAMÁ, TUS HERMANAS, TU MUJER, TUS HIJAS, TU
S NIETAS,TUS SOBRINAS, TUS AMIGAS...
Y es tan difícil erradicarla porque está socialmente aceptada, naturalizada.
Ninguna mujer está exenta, por mucha medicina privada o recursos que tenga.


ABRAMOS LOS OJOS POR FAVOR!!
Para darle a las cosas el nombre que les corresponde.
Para ayudar y apoyar a las mujeres la sufren.
Para denunciar y visibilizar esta problemática.

Llamarte con diminutivos y no por tu nombre, hacer alusiones a tu aspecto físico o infantilizarte ES VIOLENCIA
No brindarte información completa y concreta sobre pros y contras de prácticas y maniobras ES VIOLENCIA
Realizar cualquier procedimiento, práctica o maniobra sin tu consentimiento ES VIOLENCIA
Usar medios intimidatorios y coerción, provocar miedo para forzarte a tomar decisiones o aceptar las ajenas ES VIOLENCIA
No permitirte estar acompañada ES VIOLENCIA
Realizar prácticas de rutina sin fundamento médico ni científico ES VIOLENCIA
Obligarte a adoptar posturas o comportamientos determinados ES VIOLENCIA
La extrema medicalización y tecnologización del proceso natural del parto ES VIOLENCIA
Provocar o apurar un parto o hacer una cesárea sin razones médicas de peso ES VIOLENCIA
Apurar un parto o hacer una cesárea como consecuencia de las intervenciones previas ES VIOLENCIA
Responsabilizar a la mujer por el resultado ES VIOLENCIA
Interferir el contacto con el bebé en el primer instante y las primeras horas ES VIOLENCIA
Obligarte a renunciar a tus derechos para brindarte atención ES VIOLENCIA

Las VICTIMAS

Uno de los aspectos más difíciles para la visibilización y erradicación de la VIOLENCIA OBSTÉTRICA es el reconocimiento de la propia víctima. 

Muchas veces la víctima no puede reconocer que ha sido violentada, que sus derechos no se respetaron y que el daño sufrido ha sido consecuencia de un accionar externo y no del "destino". Que las situaciones o procedimientos que creyeron “necesarios” o “urgentes” no lo eran tanto. Que el problema se podría haber evitado…
Esto es comprensible, porque no es fácil asumirse en ese rol de víctima, menos aún cuando una se encontraba vulnerable y depositaba la confianza de su salud e integridad en su victimario. O cuando el victimario (cuantas veces lo hemos visto) te responsabiliza por lo ocurrido.

También es complejo cuando toda la sociedad valida y acepta ese accionar, cuando nos condiciona desde pequeñas a ser sumisas, a “portarnos bien”, a respetar la autoridad aún a costa de nuestro propio sufrimiento.

Por eso ocurre que cuando la víctima se enfrenta con la imagen de la violencia sufrida (por ejemplo cuando alguien le dice que eso que le pasó no está bien, que no debería haber ocurrido) entonces aparece la negación, el cuestionamiento, la autodefensa o la defensa del victimario.
Lógicamente, es muy duro aceptarlo, lleva mucho trabajo y requiere mucha voluntad elaborar ese sentimiento de traición, de humillación, de culpa. Hay que esperar el momento, cada una tiene SU momento para para perdonar y perdonarse, para salir adelante fortalecidas.

Hay que ser cuidadosos con las víctimas de la violencia, para no seguir violentando. Echar luz sí, pero respetando los tiempos y los procesos de cada una.
Hay que acompañar con respeto, validando los sentimientos y honrando los motivos… hasta que, llegado SU momento puedan enfrentarse a esa imagen dolorosa de sí mismas y sanar las heridas.


Los VICTIMARIOS... ¿qué les pasa a ellos? desde algunas citas muy interesantes:

“…trabajamos dentro de un medio donde hay un sometimiento en cadena. […] En todo el sistema de salud hay una enorme presión sobre los profesionales, en la que las empresas someten a los médicos, éstos a las parteras, y nosotras a la vez lo hacemos con las mujeres. Estas empresas pagan poco y mala los profesionales, y esto deriva en maltrato.”  Raquel Schallman, partera

“Un parto es el límite, la bisagra, donde se tocan la vida y la muerte. Se supone que estamos allí para ayudar a dar vida. Pero todos sabemos que la muerte […] es una posibilidad que existe. Y este temor es ancestral. Sin embargo nuestra sociedad nos formó para evitar pensar en ella, para no aceptarla, para temerle.
[…] Es natural que la embarazada esté asustada […] Pero a las mujeres se les niega este derecho. Y también se nos niega a los profesionales que estamos ahí […] Pero esta negación nos aleja de un sentimiento muy primario e imposible de evitar. 
[…] Aunque todos sentimos en un nivel consciente o inconsciente este temor a la muerte, nadie nos enseñó a reconocerlo y a hacer algo con él. […] Y lo más probable es que lo pongamos fuera de nosotros. Que deseemos que ese parto pase lo más rápido posible para calmar nuestra ansiedad y salir del miedo. Y ahí es cuando intervenimos sin necesidad, ya sea con hechos o con palabras inadecuadas”.
Raquel Schallman, partera


“La VIOLENCIA que no queremos ver es la peor de todas. Es la que se consiente y se fomenta porque no existe. […] 
Cada vez que le metemos los dedos en la vagina a una mujer, la estamos violentando. Si lo hacemos sin pedirle permiso, la estamos violando.
Cada vez que se le hace una episiotomía a una mujer, la estamos violentando. Si se hace sin pedirle permiso estamos mutilándola salvajemente.
Cada vez que se pasa a la habitación donde una mujer está de parto, sin que ésta nos haya invitado a pasar, la estamos violentando. Si además, lo hacemos en grupo y hablando como si ella no estuviera allí, estamos invadiendo su intimidad, le estamos faltando el respeto y estamos cometiendo un delito.
Cada vez que una mujer pare en litotomía, cada vez que piensas, matrona de turno, que la mujer que te ha tocado es una listilla, cada vez que no te presentas, que no miras a los ojos, cada vez que no explicas lo que haces, cada vez que te sientes superior, cada vez que "pares" a una mujer.... Todas y cada una de esas veces, compañero/a, estás cometiendo un acto de VIOLENCIA OBSTÉTRICA, te guste o no te guste, lo veas o no.” 

Choni Gomez Lopez, matrona

“La violencia obstétrica sólo cesará cuando los profesionales de la atención al parto puedan reflexionar y sanar sus propias heridas, es decir, el dolor que acarrean fruto de la (de)formación que recibieron. Matronas, ginecólogas, residentes, enfermeras…muchas dejaron de trabajar en el paritorio porque no soportaban trabajar de forma violenta, no se sentían capaces de hacer episiotomías a mansalva, kristellers, o observar como otros lo hacían. Las que siguen ahí, en paritorios donde el respeto hacia las mujeres no es absoluto continúan sufriendo, con insomnio, con irritabilidad, con conflictos graves en ocasiones. A menudo esa sensibilidad exquisita se vive como un fallo personal, como no ser capaz de hacer lo que otros si hacen, o de cobardía por no atreverse a dejar el puesto de trabajo o a plantarse ante los que dan ordenes absurdas y dañinas. Tenemos que seguir creando espacios de encuentro y debate para profesionales de la atención al parto, donde puedan escucharse y reconocer su propio dolor para desde ahí poder cambiar la atención a madres y bebés.”
Ibone Olza, médica psiquiatra


“Que las mujeres quieran informarse y decidir es algo que parece irritar tremendamente a quien no está dispuesto a entender que su puesto no es de mando, sino de servicio. Toda una cultura por cambiar… Creo sinceramente que la mayor parte de los profesionales que atienden partos son vocacionales, lo hacen lo mejor posible, y tratan de seguir mejorando, a pesar del escollo que supone haberse formado en un modelo de atención al parto obsoleto. Pero también constato una y otra vez que el sistema tiene graves defectos, como lo es que no haya una buena selección del personal adecuado para acompañar a las mujeres y los bebés en un momento tan crítico y transcendente de su vida. No se entiende que para ser bombero –por ejemplo- haya que pasar una serie de pruebas psicotécnicas … y para atender partos vale cualquiera. Cabe preguntarse por qué gente capaz de demostrar este grado de crueldad y ensañamiento hacia las mujeres escogen una profesión que las sitúa en una posición de poder frente a ellas en un momento tan vulnerable. Cabe también preguntarse por qué el sistema es incapaz de comprender el daño que hacen este tipo de profesionales y lo permite. Y cabe preguntarse –por último- por qué las leyes que garantizan los derechos de los pacientes –usuarias, no pacientes, en el caso de las parturientas- se respetan escrupulosamente en todas las especialidades excepto en obstetricia, donde el derecho a tomar decisiones informadas es todavía una batalla por ganar.”
Isabel Fernandez del Castillo


“¿donde está la violencia en los partos? ¿Es posible admitir que los profesionales que atienden un nacimiento ejercen actitudes violentas sobre la madre y su niño? Resulta difícil admitirlo, especialmente cuando hacemos de la palabra violencia sinónimo de agresión física, pero existe otra forma de violencia, tan sutil que hasta puede pasar desapercibida para quien la ejerce, probablemente porque desconozca que su actitud pueda ser percibida como tal por quien es objeto de su atención. […] Los progresos médicos han traído aparejado ciertos efectos secundarios tan importantes como los mismos problemas que intentan solucionar. En nuestro deseo de ayudar, hemos cometido errores. Las técnicas excesivamente quirúrgicas en los partos normales, la ruptura del vinculo madre-hijo, la separación de la pareja, son manifestaciones indeseables en la atención cotidiana de nuestros partos. Aquí la violencia es moral, afectiva; no menos importante que la física, más aun, sus efectos pueden ser más perjudiciales, pues perduran a través del tiempo, constituyendo un verdadero trauma. Pero ello no es obligado. Pasa por tomar del avance científico sólo lo bueno, desechando aquello que transgreda las leyes de la naturaleza. La omnipotencia del género humano le ha hecho olvidar que es parte integrante del reino animal, y en nuestro intento por controlar la naturaleza, nos hemos apartado de ella.” Dr . Luis Papagno


El ESTADO

La Ley Nacional 26.485 de protección contra la violencia hacia las mujeres define, en su Art. 6 inciso "d", a la violencia obstetrica como: "Aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo ylos procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, de conformidad con la Ley 25.929"

Aún falta mucho desde lo legal e institucional para erradicarla normatizando procesos para castigarla, sin embargo las autoridades están comenzando a entender y aceptar que este tipo de violencia ESTA SISTEMATIZADA tanto en el ámbito privado como en el público
De a poco se van instrumentando planes y vías de denuncia como la que compartimos abajo.
La frutilla del postre sería que finalmente salga la reglamentación de la Ley 25.929 sobre Derechos en el Nacimiento, más conocida como Ley de Parto Respetado, sancionada en 2004.

Todavía no hemos conocido casos de sanciones reales y efectivas a quienes hayan ejercido este tipo de violencia. Pero de todos modos, DENUNCIAR ES IMPORTANTÍSIMO, ES VITAL para dar a conocer a las autoridades las situaciones que las mujeres enfrentamos diariamente y que se tome conciencia de la magnitud de esta problemática.

SI SUFRISTE VIOLENCIA OBSTÉTRICA, BUSCÁ APOYO Y DENUNCIÁ

Instructivo de Denuncias del Ministerio de Justicia


Test de Violencia Obstétrica

domingo, 17 de noviembre de 2013

Desarmando mitos sobre el embarazo y el parto

El embarazo y el parto son procesos que vienen cargados de creencias, fantasías y significaciones. Esto no es casual, antropológica y sociológicamente, la gestación y el nacimiento tienen una trascendencia importantísima y diversas investigaciones revelan que desde tiempos inmemoriales los grupos de seres humanos han desarrollado toda una red de prácticas, costumbres, ideas y mitos alrededor de ellos.

En nuestra sociedad moderna, los mitos y creencias de mayor peso, los más arraigados socialmente, son una mezcla de "cuentos de abuelas" y extrañas explicaciones médicas carentes de sustento científico. Algunos cobran directamente categoría de burdas mentiras con el objetivo de infundir miedo y lograr así persuadir a las mujeres aceptar prácticas e intervenciones que quizá de otro modo rechazarían. Solo que al ser promulgadas por un señor de bata blanca, cobran inmediata validez sin el más mínimo cuestionamiento. Y luego se divulgan de boca en boca.

Afortunadamente, hace tiempo mucha gente dedica energía a desarmar esos mitos y brindar información concreta que paso a enumerar:

Duración del embarazo
Sobre las FPP (fecha probable de parto) y contra ellas
El arbol y el fruto - Michel Odent en "La Cesárea"
Tu fecha de parto está mal

"...el bebé en el útero es como un fruto en el árbol. No todos los frutos del mismo árbol están maduros en el mismo momento." Michel Odent
"Un embarazo normal puede oscilar entre las treinta y siete y las cuarenta y dos semanas, y eso depende de cada mujer, de sus antecedentes familiares y de otros factores. La naturaleza se toma su tiempo para hacer las cosas, y eso es también aplicable al embarazo y al parto. Sin embargo, cuando una mujer sobrepasa la semana cuarenta, hay una cierta tendencia a inducir el parto, aunque el bebé y la placenta estén bien. Si un parto se induce cuando la mujer está «verde», es decir, cuando no hay ningún signo de parto inminente (cuello borrado, pródromos), las probabilidades de que no funcione son altas." Isabel Fernández del Castillo
Controles médicos rutinarios y cuidados prenatales
El Posible Efecto “Nocebo” del Cuidado Prenatal I y II
Sobre el test de "O´Sullivan" para detectar diabetes
Polivitamínicos en la gestación: ¿negocio o necesidad?

Complicaciones, sus tratamientos y riesgos
El reposo en cama en la gestante. Desde ineficaz hasta perjudicial.La diabetes gestacional. Ese pequeño gran lío.
El Posible Efecto “Nocebo” del Cuidado Prenatal I y II
Macrosomía fetal: qué gordo y sano está mi bebè!

Las ecografías (¿son inocuas y tan necesarias?)

Sobre las ecografías durante el embarazo
Ecografías fetales por diversión
"La ecografía de rutina no mejora los resultados del embarazo en términos de un aumento del número de nacidos vivos o de la reducción de la morbilidad perinatal."Bucher HC, Schmidt J G. ¿La ecografía de rutina mejora los resultados del embarazo? Meta-análisis de las diversas medidas de resultado. British Medical Journal 1993; 307: 13-7.
El cordón umbilical (esa "arma mortal")
El cuento chino de la circular de cordón
La verdad sobre circular de cordón (video)
La "vuelta de cordón", el perfecto chivo expiatorio


Envejecimiento de la placenta
La milonga de la placenta vieja
¿Una placenta envejecida y/o calcificada es indicativa de cesárea? 

Líquido Amniótico "Disminuido"

La batallita del líquido escaso
"El término "Liquido Escaso" es un término sobreutilizado confusamente, que asocia indicaciones laxas de inducción (o cesárea) en muchas ocasiones, pues todo feto tiene menos líquido amniótico al final de la gestación."
Índice de líquido amniótico versus bolsa vertical única más profunda como prueba de detección para la prevención de resultados adversos del embarazo (Revisión Cochrane)
"La evaluación exacta del volumen de líquido amniótico por ecografía puede verse influida por un operador sin experiencia, la posición fetal, la probabilidad de un cambio transitorio y los diferentes criterios de diagnóstico de ecografía de un volumen anormal"
Meconio en el líquido amniótico
Mitos del líquido amniótico teñido de meconio durante el parto
"Hoy en día casi todos los bebés que tienen el líquido teñido de meconio son diagnosticados con sufrimiento fetal (la tercera opción) y esto es incorrecto y genera intervenciones innecesarias."
Duración del Parto
La horita corta y otras historias
38 sem de gestación NO es un bebé a término
"...la duración del parto, un aspecto que tampoco se libra del «culto a la velocidad» tan propio de nuestra cultura. Cuando una mujer ingresa de parto en el hospital, se le asigna unilateralmente un tiempo límite para la dilatación y para el expulsivo, cuando lo cierto es que el parto es un proceso natural, cuya duración puede variar considerablemente de una mujer a otra. Los partos se manipulan y fuerzan de todas las formas posibles para uniformarlos y ajustarlos a unos tiempos arbitrariamente asignados, y que poco responden a la realidad de la naturaleza." Isabel Fernández del Castillo
Necesidad y/o utilidad de los tactos vaginales
La ciencia de los tactos vaginales - parte I
La ciencia de los tactos vaginales - parte II
"Una práctica muy invasiva son los tactos. En otros países, la matrona procura limitarlos a lo estrictamente imprescindible. En los países nórdicos, las comadronas incluso se abstienen de tocar en absoluto el perineo de la mujer. Las más experimentadas son capaces de conocer la fase del parto a menudo por los sonidos que emite la par turienta y los movimientos que libremente realiza." Isabel Fernández del Castillo
Para qué sufrir si podemos pedir la peridural!
Epidural consciente vs. epidural indiscriminada
La epidural no es inocua
Epidural: riesgos y preocupaciones para la madre y el bebé

La cesárea es la manera más segura de nacer
Por qué no programar una cesárea
Mitos y realidades - inne-cesarea.org
10 datos que debes recordar
Cesárea programada sin indicación médica
"La cesárea, realizada con las técnicas actuales y la anestesia moderna, es el gran avance contemporáneo en el ámbito del nacimiento, un progreso que hay que preservar. Es la intervención de salvación por excelencia. Todos los equipos de urgencias médicas deberían poder llevarla a cabo. Pero hay que impedir que se convierta en la manera habitual de nacer. No debemos utilizarla como excusa para seguir ignorando el proceso normal, fisiológico, del parto." Michel Odent
"No puede justificarse que ningún país tenga más de un 10% de cesáreas en hospitales generales y 15% en hospitales especializados. Las cesáreas innecesaria hacen correr riesgos serios a todas las mujeres y sus bebés y además suponen el despilfarro de una gran cantidad de dinero." Biblioteca de Salud Sexual y Reproductiva de la OMS
"Después de una Cesárea, siempre Cesárea"
Cesárea y PVDC
PVDC - El Parto es Nuestro
PVDC y libre elección
Vivir y acompañar un parto vaginal después de cesárea
El parto en mujeres con varias cesáreas anteriores
"No hay pruebas de que después de una cesárea previa sea necesaria una nueva casárea. Después de una cesárea debe recomendarse normalmente un parto vaginal, siempre que sea posible una intervención quirúrgica de emergencia" Biblioteca Cochrane Plus, Nro 3, 2007
La inducción del parto es una práctica inocua
La inducción artificial del parto
Inducción y autismo
"Los partos pueden inducirse por muy variados motivos. Algunos son por indicación médica, pero en muchos casos priman las razones de conveniencia [...] Muchas mujeres piensan que no hay diferencia entre ponerse de parto espontáneamente y ser inducida. Los profesionales, en cambio, saben que sí la hay. [...] Un alto índice de inducciones en un centro hospitalario siempre va acompañado de un alto índice de cesáreas." Isabel Fernández del Castillo
El parto en casa es peligroso
Estudio: parto en casa vs. parto hospitalario
La seguridad del parto en casa
Tu casa o el hospital: dos lugares seguros para el parto en España

La episiotomía previene desgarros
Por qué se tiene que evitar la episiotomía
Mitos sobre la episiotomía
¿Episitomías o desgarros?
Cómo parir sin desgarrarse - Gloria Lemay
Episiotomía en el parto vaginal - OMS
"La episiotomía, o la incisión del perineo para aumentar la abertura vaginal, es otra de las prácticas obstétricas que siguió a la introducción de la postura tumbada en el parto. Sin ningún estudio que la avale y mucha evidencia científica en contra, la persistencia de la episiotomía de rutina es una de las grandes incógnitas de la obstetricia medicalizada. Supuestamente concebida para evitar lesiones, se practica indiscriminadamente a casi todas las mujeres, lesionándolas de hecho. Que un «cortecito limpio» previene las lesiones graves del perineo es uno de los mitos más arraigados entre muchos profesionales. [...] En realidad, muchos desgarros profundos corresponden precisamente a extensiones de la episiotomía." Isabel Fernández del Castillo
"El corte para abrir la vagina durante el parto (episiotomía) nunca es necesario en más del 20 % de los casos, y la ciencia ha constatado que causa dolor, aumenta el sangrado y provoca más disfunciones sexuales. Por todas estas razones, realizar demasiadas episiotomías ha sido correctamente etiquetado como una forma de mutilación genital en la mujer. El índice de episiotomías del 89 % en España constituye un escándalo y una tragedia." Marsden Wagner, director del departamento de salud materno-infantil de la OMS
Lactancia
Mitos falsos sobre la lactancia materna - La Liga de la Leche
Mitos y realidades sobre la lactancia materna - Unicef
Compilación de mitos - Guía de Lactancia Materna


martes, 22 de octubre de 2013

El parto: la construcción social del nacimiento

Barbara Katz-Rothman, “In Labor: Women and Power in the Birthplace”, Cap. 6 (extracto)

Lo primero que hay que recordar es que la obstetricia es una especialidad quirúrgica. El manejo del parto dentro de los hospitales es esencialmente el mismo que cualquier otro evento quirúrgico. Mientras que la obstetricia es una institución patriarcal, eso se vuelve casi irrelevante en el manejo del parto. Ciertamente las mujeres de parto son tratadas de manera deshumanizada, condescendiente pero al mismo tiempo son ignoradas, se las alienta y también se las castiga. Pero este tratamiento no es exclusivo de las pacientes obstétricas. Es en parte la forma en que los pacientes del hospital en general, y los de cirugía en particular, son tratados.
En cirugía la ideología de la tecnología es dominante. Quizás más claramente que en cualquier otra disciplina de la medicina, el cuerpo es una máquina y el doctor es el mecánico. […]

El proceso del parto
La literatura médica define el parto como un proceso fisiológico de tres etapas. En la primer etapa el cérvix, la abertura del útero en la vagina, dilata de estar casi cerrado a su mayor dimensión, aproximadamente 10 centímetros. Esto es referido como “trabajo de parto”, y las contracciones del útero que dilatan el cuello, como “dolores de parto”. En la segunda etapa el bebé es empujado a través de la abertura del cérvix y de la vagina, o canal de parto, y fuera del cuerpo de la madre. Este es el “parto”. La tercera etapa es la expulsión de la placenta, o “alumbramiento”.
En cualquier situación existe la posibilidad de definiciones alternativas de la situación, diferentes versiones de lo que realmente está pasando. Qué versión es aceptada y actuada en consecuencia es un reflejo del poder de los participantes. Aquellos con mayor poder pueden ver su definición de la situación aceptada como la realidad. Esto a veces implica cierta negociación y regateo entre las partes. […] Frecuentemente, la embarazada llega al hospital diciendo que está con trabajo de parto, pero para el criterio médico establecido no lo está. El estado de “trabajo de parto”, como la enfermedad y cualquier anormalidad, es una estado atribuible: es decir, es una posición que se asigna a una persona por aquel con autoridad. Pero uno también puede negociar, para tratar de alcanzar ese estado o que el mismo sea reconocido.
Cuando la gente ha negociado una definición de la situación, esa se vuelve la realidad para ellos, y tienen que trabajar dentro de esa realidad. Tomemos como ejemplo una mujer a término teniendo contracciones dolorosas cada 10 minutos, que no ha comenzado a dilatar. Que esté o no con trabajo de parto depende de que comience  a dilatar, o que las contracciones se detengan y vuelvan a comenzar días o semanas después. Si la mujer está en trabajo de parto o con un “falso trabajo de parto” en el Momento Uno depende de lo que pase en el Momento Dos. Si se presenta en el hospital diciendo que está con trabajo de parto, y ya sea llorando y suplicando, o solo por parecer educada y de clase media, es admitida, el reconocimiento médico de que está con trabajo de parto habrá quedado establecido. Si ella no comienza a dilatar en las siguientes veinticuatro horas, y luego doce horas después -treinta y seis horas después de su admisión- ella pare, esa mujer habrá tenido un parto de 36 horas. Las autoridades médicas lo verán como un parto de 36 horas, y también ella. Esa realidad que negociaron, cuando el trabajo de parto comenzó, se vuelve la única realidad que tienen. Por el otro lado, si ella es rechazada o demora su admisión y se presenta al hospital veinticuatro horas después para tener un trabajo de parto de 12 horas en el hospital, ella va a haber tenido un parto de 12 horas precedido de un día con molestias. Desde el punto de vista de la institución que es “responsable” de su trabajo de parto, y por ende de su dolor, solo desde el momento de admisión, la segunda opción es preferible, ya que el parto largo puede percibirse con mayor facilidad como un mal manejo de la institución. Sin embargo, desde la perspectiva de la mujer, la sensación física en ambos casos es precisamente igual. Son las definiciones sociales -llamarlo trabajo de parto o no- lo que hace la diferencia entre un parto terriblemente largo o un parto dentro del promedio con algunas contracciones previas. Porque la medicina quiere definir el trabajo de parto como una situación que requiere hospitalización, pero al mismo tiempo quiere evitar un trabajo de parto prolongado, el trabajo de parto “real” es definido no en término de sensaciones que la mujer experimenta, sino en términos de ”progreso” -dilatación cervical.
La embarazada entonces quiere ser precisa (en términos médicos) para definir el inicio del trabajo de parto. De otro modo, si es admitida demasiado pronto, habrá ayudado a definir la situación como un trabajo de parto demasiado largo. Además del estrés inherente a pensarse en trabajo de parto por 36 horas, el tratamiento médico que recibirá presenta sus propios problemas. Las mujeres en trabajo de parto en los hospitales son rutinariamente confinadas a la cama, una situación que es tan perturbadora psicológicamente como físicamente. No solo se percibe el trabajo de parto como más largo, sino que la posición horizontal que ella debe asumir en la cama físicamente prolonga el trabajo de parto, así como lo hace la administración rutinaria de sedantes durante la estadía en el hospital. […] Las mujeres que han estado en un hospital en trabajo de parto por treinta horas reciben un tratamiento diferente que las que llegaron hace solo seis horas, aunque ambas estén igualmente dilatadas y hayan tenido idéntico progreso físico. ¿Cuál mujer, después de todo, tiene mayor probabilidad de tener una cesárea por trabajo de parto prolongado? Lo que la mujer experimentó antes de llegar al hospital -cuan fuertes, cuan frecuentes y por cuánto tiempo tuvo contracciones- no entra en la consideración profesional con el mismo peso que lo que los médicos han visto por sí mismos.
Es también importante que la embarazada sea precisa en identificar el inicio del trabajo de parto porque si se presenta en el hospital y es rechazada, habrá comenzado su relación con la institución y quienes la atiendan en una mala posición de regateo. Su versión de la realidad le es negada, dejándola sin más alternativa que perder la fe en su propia habilidad o la de la institución para percibir con certeza qué es lo que le está sucediendo. Ambas situaciones tendrán consecuencias negativas para el eventual trabajo de parto y parto. Es por esto que los cursos de preparación para el parto dedican tanto tiempo a definir el trabajo de parto y el llamado “falso trabajo de parto”.
El mismo problema surge cuando hay que tomar la decisión de mover a la mujer de la habitación o sala de pre-parto a la sala de parto.  […] Dado que la mujer será movida de una habitación a otra para marcar la transición de una etapa a otra, el personal médico tiene que hacer la distinción entre el trabajo de parto y el parto, y luego aplicar esa distinción a la mujer. Un punto de corte tiene que ser establecido en el cual la mujer ya no es vista como “en trabajo de parto” sino “de parto” o pariendo. Si ese punto pasa inadvertido, y la mujer pare, entonces se dice que ella “se ha precipitado”, ha tenido un parto precipitado. En cambio si el punto queda establecido demasiado pronto, y si el personal decide que la mujer está lista para parir pero la realidad física es que tiene para una hora más, entonces aparece la preocupación por la duración de la segunda etapa […]
¿Por qué el hospital necesita tomar decisiones arbitrarias en definir el proceso del parto y sus etapas? Porque el uso de las instalaciones requiere planificación. El personal debe saber cuándo una sala de partos será liberada y una sala de partos será necesaria. Se vuelve necesario, entonces, revisar interna y periódicamente a la mujer, para determinar la dilatación y predecir la hora del parto. […] Algunos exámenes pueden ser necesarios para evaluar la condición física de la madre y el feto, pero las revisiones repetitivas son igualmente necesarias con el propósito de la planificación. Otros tienen fines educativos. Dicho exámenes generalmente son dolorosos, de modo que aquí vemos que las demandas institucionales infligen más que alivian el dolor.
Hay una razón más para los exámenes. El personal tiene que hacer algo a la parturienta; de otro modo no serían necesarios allí. El hospital tiene su propio trabajo en mantener su prestigio como, en esta instancia, institución que hace bebés, procesando o “tratando” a las mujeres de parto. El proceso del parto es usualmente autosuficiente; dejada a sus propios medios la mujer podría dar a luz, en nueve de cada diez casos, sin asistencia profesional en absoluto. Dichas revisiones no solo, como su uso más útil, permiten identificar los casos que requieren asistencia; también constituye “tratamiento” para la totalidad de las mujeres en trabajo de parto, justificando de ese modo la misma existencia de la institución. La mujer puede entonces ser vista, o verse a sí misma,  como estando en el hospital con el propósito de dicho tratamiento, o “atención médica”.
Nancy Stroller Shaw, en su estudio sobre la atención médica de maternidad, Parto Forzado, nota que para una mujer dando a luz en un hospital, el parto conlleva una “continua incapacidad de protegerse a sí misma y controlar el acceso de otros a su propio cuerpo”. Los procedimientos estándar de preparación, como los procesos de admisión al ejército, la cárcel o una institución psiquiátrica, refuerzan la idea de que el individuo pierde el control sobre su cuerpo y si misma […].


Traducción: Ma. Laura Cometta (los resaltados son míos)