lunes, 21 de julio de 2014

Tu Plan de Parto es más que un pedazo de papel

Encontré este post de Anna Berger en "The Birthing Site" que expresa en gran medida algo que venía madurando a raíz de mi próximo post (que está por salir del horno). 
Razón por la cual lo traduje y se los comparto con algunos comentarios al final:

Recientemente la página de TBS en Facebook compartió esta imagen de Plus Size Birth. También fue compartida por varios otros sitios relacionados con el parto de los que soy seguidora:
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El poder de un plan de parto no es el plan en sí, es el proceso de informarte acerca de todas tus opciones!
Desafortunadamente, muchos de los comentarios que vi se hacían eco de dos sentimientos comunes:
Tener un plan de parto te convierte en blanco de las críticas por parte de médicos/enfermeras [parteras], y "Tenemos 9 meses para informarnos sobre las opciones y prepararnos, pero no tenemos que poner eso en un plan de parto."
Estas dos ideas realmente me sacan de quicio. Son muy comunes, pero si suelen seguirme, tendrán una idea de lo que estoy por decir.

Tu plan de parto es un proceso, no (solo) un documento. No es simplemente una lista o un formulario para completar los espacios en blanco. No es (solo) una serie de "reglas" para tu médico o la institución. 
Puedes elegir ponerlo por escrito al final, o quizás no. Puedes elegir informar personalmente sobre todas tus opciones en lugar de tomar decisiones anticipadamente. Con suerte, lograrás discutir tus preguntas y decisiones con quienes asistan y acompañen tu parto, asegurarte de que los profesionales y la institución apoyan tus objetivos, y asegurarte de que tú y quienes te acompañan [pareja, doula, etc] están preparados y conocen tus elecciones y las herramientas que esperas usar.

Quizá quieras o no escribir algunas de estas cosas, pero todas estas cosas son tu plan de parto. El proceso de aprender, investigar, tomar clases, tomar decisiones, y establecer objetivos son todos parte de tu plan de parto, sea que los pongas por escrito o no. Y si ese proceso, esa educación fundamental sobre cómo tu cuerpo funciona y lo que puede pasar contigo y con tu bebé durante el trabajo de parto y nacimiento te convierte en blanco de críticas... entonces quizá necesites un equipo diferente para asistirte.
Sé que no siempre es posible, pero cualquier profesional que considera que una persona informada que prepara un plan para su parto es un problema en vez de entender que hace su trabajo más sencillo, necesita reconsiderar su trabajo y lo que éste implica.

Admito que en ocasiones la lista o formulario [o el modelo descargado de internet]  hacen que sea mucho más sencillo escoger una preferencia sin investigar demasiado, y que puede resultar frustrante para los profesionales que luego tienen que explicar por qué, a veces, los procedimientos e intervenciones que suelen no ser de preferencia resultan necesarios. Si este es el caso, no has armado un plan de parto realmente, solo has elegido algunas opciones de un menú en un restaurante que nunca has visitado antes con una cocina que jamás has degustado. 

La clave está en la palabra: plan.
El plano de una casa no es solo un trozo de papel con habitaciones dibujadas en él; es el resultado de meses de trabajo en la distribución, materiales, opciones de pintura y consultas con profesionales. Un plan de viaje no es solo un dibujo de caminos, es una estimación de cuánto tomará cada segmento, dónde esperas detenerte en el camino, qué destino tienes en mente y, a menudo, algunas alternativas por si surgieran desvíos. Ordenas de un menú no es lo mismo que planificar una comida, con todas las compras requeridas, aprender habilidades de cocina y coordinar qué cosas deben estar en el horno o en la hornalla por cuánto tiempo y temperatura. 

Tu plan de parto es un proceso importante, no solo un pedazo de papel.

El planteo de bastante claro y simple. Y así tal cual funciona en la realidad. 
Más allá de las leyes y toda la carga moral o ética que podamos ponerle al asunto, la realidad demuestra que es el camino recorrido, el proceso de buscar, indagar, cuestionar, comparar, analizar y sopesar ventajas vs. riesgos, para finalmente decidir y elegir, es lo que nos va preparando y va definiendo cómo nos vamos a posicionar y qué tipo de atención es más probable que recibamos al momento del parto.

Quien está convencido de algo, quien realmente lo desea y comprende las variables y la importancia detrás de cada elección, probablemente no sea fácil de convencer de lo contrario o de doblegar. Va a insistir, a seguir peleando y buscando la forma hasta lograr su objetivo.

El plan puede estar plasmado en papel o no, lo que hará la diferencia es la seguridad y la confianza que esa mujer o esa pareja hayan podido construir para con el proceso del parto en sí, para consigo mismos y las propias habilidades, recursos y limitaciones, y para con los profesionales e instituciones que los asistan. También los acuerdos son importantes, tener claridad sobre lo que uno desea, por qué lo desea, buscar quienes sean capaces de respetarlo, de hacerlo valer y aceptar que la flexibilidad es esencial dado que nunca se sabe de antemano cómo van a resultar las cosas.

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