El puerperio y la lactancia materna son dos procesos que suceden al mismo tiempo y están interrelacionados.
En realidad, el puerperio puede durar mucho más que ese tiempo (hasta varios años) y es una etapa poco "contada" y muchas veces "oscura" para muchas mujeres, que se encuentran a sí mismas inmersas en una vorágine de demandas que satisfacer y emociones que brotan sin poder manejarlas ni reconocerse.
“…el puerperio y los meses que siguen son realmente agitados. Es un período estupendo, pero también muy difícil. […] Ser madre es una revolución física, con momentos de gran felicidad y otros de enorme desaliento. El camino que hay que recorrer es hermoso, pero a menudo parece lleno de baches. Es muy importante saber encontrar la tranquilidad y la confianza para poder hacer las cosas a su propio modo.” Beatrijs Smulders, partera holandesa, en “Posparto seguro”
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Laura Gutman explica que luego del parto acontece una deses-tructuración emocional que nos pone de cara con nuestra propia "sombra", surgen sentimientos, temores y sensaciones difíciles de comprender. Y a muchísimas mujeres esto las toma inadver-tidas. También al entorno que suele minimizar o incluso criticar esos altibajos. Una no se reconoce a sí misma y por momentos cree enloquecer.
Todas las puérperas necesitan de otras mujeres, otras madres que la acompañen en esta etapa.
Necesitan una tribu, una red de contención. No deben estar mucho tiempo solas. Deben rodearse de gente respetuosa por sus nece-sidades y las de su bebé.
La lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludable. Además redunda en beneficios también para la salud de la madre.
Lamentablemente, abundan los mitos, la desinformación y los intereses comerciales que en muchísimos casos atentan contra la lactancia haciendo que las madres encuentren muchas dificultades, obstáculos y consejos inadecuados como: "tu leche no lo alimenta", "llora porque no tienes leche" o "dale fórmula que es mejor", que finalmente terminan frustrándola y forzándola a desistir.
A esto se suma el problema de la "normalización" del uso de fórmula para bebés, que no es lo mismo que la leche materna, sin tomar conciencia de sus desventajas y riesgos.
Prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de buena información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud.
Sin embargo es importante que sepan de antemano que al comienzo, el establecimiento de la lactancia materna puede no ser un "lecho de rosas". Si bien existe un alto componente biologico (fisiologico e instintivo), los seres humanos estamos altamente atravesados por la cultura, y por una cultura que históricamente a condicionado negativamente la lactancia materna. Entonces, por este motivo, podemos decir que la lactancia también requiere de un aprendizaje por parte de la díada, requiere de la fuerte voluntad de la madre para superar las dificultades y que ésta cuente con el apoyo de su entorno.
Los problemas más frecuentes al inicio de la lactancia, y los que suelen contribuir a que la madre desista si no recibe el apoyo y la información adecuada, son:
La clave que hay que entender con respecto a la lactancia es que la oferta del pecho debe ser a demanda, es decir en cualquier momento en que el bebé muestre signos de querer mamar, y dejarlo que mame todo el tiempo que desee hasta que suelte el pecho en forma espontánea. Esto asegura una producción que el bebé necesita (ver gráfico abajo).
Muchas mujeres incorporan fórmula en forma de complemento creyendo que su bebé no está recibiendo suficiente porque llora mucho (lo cual es normal en un bebé aunque esté bien alimentado) o no engorda acorde a las expectativas del médico. Esto no hace más que atentar contra la lactancia materna, dado que a menor estímulo, menos producción.
Lamentablemente, abundan los mitos, la desinformación y los intereses comerciales que en muchísimos casos atentan contra la lactancia haciendo que las madres encuentren muchas dificultades, obstáculos y consejos inadecuados como: "tu leche no lo alimenta", "llora porque no tienes leche" o "dale fórmula que es mejor", que finalmente terminan frustrándola y forzándola a desistir.
A esto se suma el problema de la "normalización" del uso de fórmula para bebés, que no es lo mismo que la leche materna, sin tomar conciencia de sus desventajas y riesgos.
Prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de buena información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud.
Sin embargo es importante que sepan de antemano que al comienzo, el establecimiento de la lactancia materna puede no ser un "lecho de rosas". Si bien existe un alto componente biologico (fisiologico e instintivo), los seres humanos estamos altamente atravesados por la cultura, y por una cultura que históricamente a condicionado negativamente la lactancia materna. Entonces, por este motivo, podemos decir que la lactancia también requiere de un aprendizaje por parte de la díada, requiere de la fuerte voluntad de la madre para superar las dificultades y que ésta cuente con el apoyo de su entorno.
Los problemas más frecuentes al inicio de la lactancia, y los que suelen contribuir a que la madre desista si no recibe el apoyo y la información adecuada, son:
- Dificultad en la prendida o rechazo del pecho
Influye el tipo de parto/nacimiento, si se utilizaron drogas y el período de separación de la madre y el bebé al nacer.
- Mala prendida
El bebé se cansa, no mama bien o suficiente y los pechos se lastiman.
La clave que hay que entender con respecto a la lactancia es que la oferta del pecho debe ser a demanda, es decir en cualquier momento en que el bebé muestre signos de querer mamar, y dejarlo que mame todo el tiempo que desee hasta que suelte el pecho en forma espontánea. Esto asegura una producción que el bebé necesita (ver gráfico abajo).
Muchas mujeres incorporan fórmula en forma de complemento creyendo que su bebé no está recibiendo suficiente porque llora mucho (lo cual es normal en un bebé aunque esté bien alimentado) o no engorda acorde a las expectativas del médico. Esto no hace más que atentar contra la lactancia materna, dado que a menor estímulo, menos producción.
Todo lo que ocurra después del nacimiento va a influir de manera positiva o negativa en dos procesos clave: el apego y la adaptación física del bebé a la vida extrauterina.
La buena marcha del apego y la adaptación física (para lo cual la lactancia materna es un factor clave) contribuyen a la seguridad del niño para el resto de su vida. Ahí es donde radica la importancia de proteger esos procesos de las intervenciones externas que los alteran y dificultan.
He aquí una compilación de recursos y notas interesantes sobre los temas aquí desarrollados:
El puerperio (video) - Laura Gutman
Últimamente voy puérpera perdida... por Miriam Moya Tena
La profundización del puerperio (vuelta al trabajo) por Violeta Vazquez
Las primeras semanas como mamá por Vivian Watson
Postparto: 10 ideas para cargar las pilas por Vivian Watson
10 cosas que puedes pedir cuando te ofrecen ayuda por Vivian Watson
El calostro SI es bueno - LLL
El acto sexual de la lactancia por Ileana Medina
La Liga de la Leche Argentina Grupos de Apoyo y asesoramiento
La Liga de la Leche - Información sobre Lactancia (en Español)
ALBA Lactancia Materna - sitio web con información
Guía de Lactancia Materna - sitio web con información
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