Las parteras son, según la Organización Mundial de la Salud,“la profesional más apropiada y económica, para ser asignada al cuidado de un embarazo y de un parto normal, incluyendo entre sus funciones el establecimiento de los distintos riesgos y el reconocimiento de complicaciones.” (OMS, “Guía Práctica - Cuidado del Parto Normal”, Ginebra, 1996).
Contar con una partera implica beneficiarse con su atención especializada y personalizada, así como de un abordaje del cuidado de la salud desde una perspectiva femenina, holística y autogestiva.
El vínculo de intimidad y confianza suele ser uno de los factores clave en la relación mujer-partera-familia. Sin embargo muche gente aún desconoce el rol, el tipo de servicio que brindan y su potencialidad como alternativa de atención profesional.
El vínculo de intimidad y confianza suele ser uno de los factores clave en la relación mujer-partera-familia. Sin embargo muche gente aún desconoce el rol, el tipo de servicio que brindan y su potencialidad como alternativa de atención profesional.
En nuestro país, así como en todo América Latina y otras partes del mundo, la figura de la partera está muy desvalorizada.
Esto es producto del paradigma patriarcal que lleva siglos perisguiéndolas de diferentes maneras, así como de intereses económicos y políticos del sistema médico hegemónico.
Esto es producto del paradigma patriarcal que lleva siglos perisguiéndolas de diferentes maneras, así como de intereses económicos y políticos del sistema médico hegemónico.
La idea de esta charla es ofrecer otro punto de vista, una alternativa al cuidado y acompañamiento de la salud femenina, que se basa en un paradigma de respeto, conciencia, inclusión y medicina basada en la evidencia.
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